Defensa de Ricardo Rojas a la Bandera de nuestra Libertad Civil

La Bandera de Los Andes estaría inspirada en la donada por Belgrano al pueblo de Jujuy.

Por Jorge Delfín Calvetti

El 25 de mayo de 1913, al conmemorarse en Jujuy el centenario de la primera jura y bendición de nuestra bandera, Ricardo Rojas, el prestigioso historiador, visitó la provincia y quedó impactado con la enseña donada por el General Manuel Belgrano al pueblo de Jujuy.

Belgrano donó la bandera para que “conservara el honor y el valor que habían manifestado los dignos hijos de esta ciudad y jurisdicción que habían servido en mi compañía en las acciones del 24 de septiembre y 20 de febrero” en las Batallas de Tucumán y Salta, respectivamente. Por esto, Rojas, lapidario y con firmeza, aseguró “esta Bandera es la más antigua, mejor documentada y más glorificada del país”, explicando “su gloria consiste en haber sido entregada por el propio Belgrano para que la conservara la misma ciudad que juró la enseña argentina por primera vez en la historia de la naciente nacionalidad”.

Ya en la Capital Federal, el historiador inició una campaña para hacerla conocer a través de notas en diferentes medios. En ‘La Argentinidad’, libro publicado en 1924, Rojas renegó contra un sector de la prensa y afirmó que “se ha hecho (una campaña) contra la Bandera de Jujuy; hay eruditos que, a fuerza de poner demasiado ojo en el punto fijo de una pequeña verdad, dejan de ver el horizonte en las altas y soberanas verdades”.

Señaló, más adelante, que la Bandera es “la verdad eternamente venidera de una reliquia que, por su imagen, procedencia y documentación, contribuye a crear en el alma de los argentinos la conciencia de su nacionalidad”. Destacó, también, “Belgrano donó en reemplazo del suprimido estandarte real, cuando la falta de otras Banderas auténticas más viejas que ella, y el culto secular que ha recibido el pueblo, glorifícala su propia forma, pues sobre la primitiva seda blanca, sin emblemas heráldicos, mandó a pintar el héroe mismo que la creara los emblemas de la soberanía democrática y de la Independencia internacional”.

Esta reliquia nacional, como lo señaló el historiador, “es importante por el escudo de su seda blanca, pues ella creó la faja central de la Bandera definitiva, que lleva el sol en el medio, como perduración de aquel escudo. Antes de ella el sol no aparecía en nuestros pabellones”. Esto era ineludible, ya que fijarlos “era una necesidad de las tradiciones heráldicas a fin de que la divisa de los regimientos se convirtiese en divisa de la nación”; cosa que ocurrió en Jujuy el 25 de mayo de 1812 y de 1813, “cuando la divisa individual de febrero, la escarapela celeste y blanca, pasase, por acto solemne, a ser divisa colectiva del ejército en guerra. La inspiración simbólica de Belgrano, que comenzó en Rosario con la adopción de la escarapela, concluyó en Jujuy con la Bandera del sol naciente. Así, esta reliquia de Jujuy, en palabras de Rojas, “resume en su ´trapo’ y en su símbolo todas las tentativas anteriores”.

En 1920, el gobernador Horacio Carrillo, a través de la Ley N°403, prohibió la salida de la provincia de nuestra Bandera de la Libertad Civil. Hoy se encuentra en la Casa de Gobierno, donde el pueblo de Jujuy construyó un salón para su exhibición y resguardo.

La Bandera de Los Andes

Ricardo Rojas también destaca que la Bandera donada por Belgrano al pueblo de Jujuy “fue adoptada por San Martín en 1816, pues yo creo que inspiró en la actual de Jujuy la suya de Los Andes”.

Recordemos que Belgrano fue reemplazado por San Martín en el mando del Ejército del Norte. Asimismo, los próceres intercambiaron numerosas cartas en las que el creador de la Bandera daba consejos sobre la política religiosa y el tratamiento que convenía hacer en el Norte con las diferentes comunidades. En el Museo Mitre, en el archivo de San Martín, existe una carta, fechada el 6 de abril de 1814 en Santiago del Estero, cuando Belgrano retornaba a Buenos Aires, en la que se señala “he dicho a usted lo bastante; quisiera hablarle más, pero temo quitar su precioso tiempo y mis males tampoco me dejan; añadiré únicamente que conserve la Bandera que le dejé y que la enarbolé cuando todo el ejército se forme…”.

Rojas nos relata “¿Qué Bandera es la que le recomendaba cuidar en Tucumán? Yo creo que es la de Jujuy, porque en abril de 1814 la Bandera jujeña hallábase en Tucumán en poder de Aráoz, según se ha visto, pues el Cabildo de Jujuy habíase desquiciado con su segunda emigración (…) en ella se inspira para pintar el escudo sobre su Bandera, hija de aquella, la cual debía ir por Los Andes hasta Perú a conquistar la enseña de Pizarro. Por eso debemos contemplar aquellos tres estandartes de América, reunidos en un tríptico sugeridor: el estandarte de Pizarro, símbolo de la conquista española; el estandarte de San Martín, símbolo de la fraternidad americana; el estandarte de Belgrano, símbolo de la democracia argentina”.

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